Salen al cruce de una publicación y desmienten que lo denunciado sea una práctica normal en toda la provincia

SANTO TOME. El presidente de la Asociación de Madereros y Afines de Santo Tomé, Raúl Falero, salió al cruce de lo publicado recientemente en un diario de la capital provincial que da cuenta de la contaminación que producen los aserraderos en la provincia de Corrientes, principalmente, con la quema de los subproductos de la madera, y señaló que dicha aseveración debe circunscribirse únicamente al lugar donde se realizó el estudio de impacto ambiental que es la localidad de Concepción, al asegurar que en Santo Tomé es mínima esa práctica. Llegó a sostener inclusive que la actividad foresto industrial es más beneficiosa que perjudicial para el medio ambiente; pero sí advirtió que urge zonificar para evitar que industrias de este tipo se instalen en zonas cercanas al perímetro urbano. En Santo Tomé existen 12 aserraderos y a medidos del año próximo se estaría en condiciones de inaugurar uno más.

Al respecto el referente maderero de Santo Tomé manifestó haber leído el artículo en cuestión y aseveró que “la verdad que deja muchas dudas esa investigación sobre la queda de subproductos de los aserraderos. Creo que en vez de titular aserraderos de Corrientes habría que acotar al lugar donde se realizó el estudio porque concretamente habla de aserraderos de Concepción, y aunque no conozco esos aserraderos, por lo que describe el artículo, son quema de subproductos de la madera como costaneros, corteza y aserrín que se hacen a cielo abierto práctica que en Santo Tomé no se realiza más hace muchísimos años porque todos los aserraderos transforman esos costaneros en chips que luego se comercializa porque estos subproductos son un bien comercial, es parte de lo que se produce en la industria y el destino que se le da es mayormente la generación de energía por biomasa. En Santo Tomé se acopia ese subproducto y se le vende a la empresa FRESA que está en Gdor Virasoro. Allí sí se queman, pero se queman en ambientes confinados, en calderas que tienen filtros, y lo que muchos ven como humo que sale es vapor de agua por la humedad que tienen estos subproductos; obviamente que también se libera monóxido de carbono de la combustión de la madera, pero este monóxido que se está liberando es el carbono que ha atrapado la planta o la forestación en su ciclo de crecimiento a través de la fotosíntesis, es decir, el carbono que ya estaba en el ambiente lo absorbió la madera, pasó a formar la estructura de la madera, que luego lo vuelve a liberar cuando se quema, pero es una muy pequeña parte de todo aquello que forma parte de la estructura de la madera que mayormente termina siendo utilizada en muebles, en distintos tipos de estructuras, en la construcción, o en embalajes, etc., y lo que no se transformó en madera comercial es lo que se transforma en combustible y se libera al ambiente; pero hay otra parte, que es la que se fija en el suelo en todo el desarrollo de la planta, por lo que podemos decir, que en un balance general, el monóxido que se está liberando con la quema de los subproductos de la madera es una pequeña parte de todo aquello otro que la planta produjo” afirmó Falero.

NECESARIA ZONIFICACION

En esa misma línea el empresario maderero sostuvo: “Por otro lado, esto de la contaminación industrial de la industria en Santo Tomé es mínima porque ninguno de los aserraderos quema a cielo abierto, por lo que hay que tomar con pinzas lo que se publica al respecto. El artículo también habla del daño que esto produce a las viviendas que están alrededor de los aserraderos, y eso es algo que, al menos en Santo Tomé se trató con todos los intendentes, y siempre se le advirtió que había que organizar el tema de la erradicación de las industrias, que se había que zonificar justamente para que las industrias no queden dentro del ejido urbano, para poder decir, esto es una zona industrial y esto es una zona urbana, es la única forma de evitar esa problemática. En Santo Tomé todavía los aserraderos están en sectores donde no hay tantas viviendas alrededor, pero deberíamos empezar inmediatamente a trabajar sobre la zonificación para que futuras industrias de éste tipo no se radiquen en proximidades del ejido urbano”, advirtió.

RAZONES

En cuanto a por qué cree que se salió a denunciar esta contaminación, dijo: “Y bueno, son apreciaciones que hay que tener en cuenta, pero lo cierto es que toda actividad humana genera un impacto ambiental, lo que tenemos que tratar es que este impacto sea el menor posible y que también pueda ser reversible, que sea un impacto que a mediano o largo plazo se pueda revertir principalmente en el caso de la cadena foresto-industrial”, subrayó.

De esta manera, Falero no solamente rechazaba de plano lo denunciado en el artículo, sino que se animó a decir que la cadena foresto-industrial beneficia al medio ambiente al señalar: “Con esta inmensa masa forestal que tenemos una de las cosas que estamos haciendo es purificar el ambiente, o sea, fijar el carbono y liberar oxígeno a través del ciclo biológico de la planta, recién después esa planta que estuvo absorbiendo carbono y liberando oxigeno se utiliza en la industria y solo una pequeña parte de ella se utiliza como combustible”, aseguró.

Además, dijo que le parece raro que se esté quemando a cielo abierto los subproductos de la madera en Concepción ya que en Santa Rosa hay una planta generadora de energía por biomasa por lo que se debería estar aprovechando los subproductos de la madera de los aserraderos de Concepción.

Finalmente Falero aseguraba: “Desconozco lo que pasa en Concepción, pero el estudio que salió publicado habla de quema de subproductos de la madera a cielo abierto así que no lo deben estar aprovechando. Lo que yo puedo asegurar, es que acá en Santo Tomé no se realiza esa práctica hace muchos años ya, ninguno de los 12 aserraderos, todo lo aserrado se comercializa en su totalidad, la viruta se comercializa con distinto destino como cama de caballos, cama de pollos, el chip y el aserrín van a las plantas de energía por biomasa, y venimos trabajando todos en conjunto para que en Santo Tomé haya una planta de pellet de madera, que es un combustible que se puede utilizar para la industria o con fines domésticos para calefacción, etc., es decir, todo aquello que hoy en día se alimenta con gas se puede alimentar con pellet de madera, y repito, es un combustible que, por el proceso mismo de la planta no es dañino para el ambiente como el gas envasado que estamos utilizando en todas las viviendas que es un combustible fósil que hace millones de años está en el suelo, cuyo carbono producto de su quema es liberado al ambiente al igual que todos los combustibles que se utilizan en los vehículos. Entonces, sí es cierto que lo de la cadena foresto-industrial tiene un impacto en el medio ambiente, pero hay que ver no una parte, sino todo el conjunto, toda la cadena foresto industrial”, concluyó.

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