Vecinos del Paraje Atalaya pidieron una urgente solución al problema de la alcantarilla del arroyo Itacuá

SANTO TOME. La prohibición de circulación de vehículos por la Ruta 94 entre el Paraje Atalaya y la Plazoleta Belgrano como consecuencia de los daños que las continuas crecidas del rio Uruguay provocaron en el puente del arroyo Itacuá, generó una serie de problemas a varios sectores de la comunidad santotomeña, en especial a los pobladores de la Atalaya que se ven impedidos de llevar a cabo una vida normal a raíz de las restricciones que Vialidad Provincial estableció inicialmente en cuanto a la circulación de automóviles y camiones y por consiguiente las consecuencias que ello acarrea a  los pobladores del lugar que solo pueden pasar de a pie de un lado al otro del arroyo Itacuá y también lo pueden hacer motocicletas y bicicletas. La directiva del organismo provincial y de la comuna local que se hizo oportunamente en cuanto a que se debe utilizar el camino alternativo denominado Cerrillos que une la Ruta Nacional 14 con la Provincial 94; genera resistencia entre los lugareños que este domingo por la tarde se reunieron para tratar la situación que se plantea. Concejales del oficialismo y de la oposición participaron de la misma.

Unas cincuenta personas, todas ellas domiciliadas en el Paraje Atalaya, mantuvieron una reunión en horas de la tarde de este domingo en el domicilio de la familia Gómez donde abordaron la crítica situación que se plantea como consecuencia de las restricciones impuestas por Vialidad Provincial en un tramo de la Ruta Provincial 94, más precisamente en el arroyo Itacua donde se detectaron daños en las losas de aproximación al mismo y para en principio evitar problemas mayores; se decidió prohibir la circulación de automóviles y vehículos pesados. El camino alternativo de los Cerrillos, quedó totalmente intransitable este sábado por la mañana luego de las precipitaciones que se abatieron en esta ciudad, un camión con rollos de pino quedó varado en medio del camino y hubo que recurrir a una máquina para sacarlo del lugar.

Tras el intercambio de posturas entre los presentes y los concejales Estela Uguet, Blanca Gales y Maria Ordenavia (PJ) y Carmen Braña; María Almirón, Carlos López y Juán Centeno de ECO; se decidió labrar un acta y dejar sentado todo lo abordado en la oportunidad, que básicamente gira en torno a la imperiosa necesidad de insistir ante quien corresponda se busque una pronta solución al problema planteado y se dejen de lado cuestiones burocráticas que va en detrimento de las casi tres mil personas que habitan el paraje Atalaya.

Fuentes dignas de crédito, señalaron a este portal que la reunión se desarrolló en un clima de tranquilidad, pero que en parte objetan el comunicado de prensa divulgado a través de la Dirección de Prensa de la comuna santotomeña por el presidente de Vialidad Provincial, Justo Armando Espíndola donde deja entrever que la reparación del puente demandaría un “tiempo prudencial” y que, a decir de algunos, ese tiempo sería unos cinco meses aproximadamente. No obstante, también hubo cuestionamientos al funcionario provincial porque su comunicado, no tiene ninguna firma que avale su veracidad ni tampoco membrete alguno.

PALABRA AUTORIZADA

Ante la firme decisión de los vecinos de plantear la imperiosa necesidad de que quien tenga la responsabilidad de comenzar con la reparación de la alcantarilla, lo haga lo antes posible; un vecino del lugar que se desempeñó casi cuarenta años en Vialidad Nacional acá en Santo Tomé, dio su punto de vista técnico de lo que él considera es lo que se tendría que realizar para acortar los tiempos. En ese sentido, como vecino del lugar, como maestro mayor de obras y por la experiencia que logró tras su paso por Vialidad Nacional; elaborará un informe pormenorizado del problema en cuestión y entregará al Concejo Deliberante para que estos hagan lo propio a técnicos de Vialidad Provincial que vendrán este martes a Santo Tomé a hacer una nueva evaluación de los daños que las aguas provocaron en la alcantarilla del Itacuá.

Los vecinos consideran en parte y temen a la vez que la burocracia del estado termine siendo la principal protagonista de la compleja situación que viven ya desde hace dos semanas a esta parte y que la solución se dilate en el tiempo, sin importar los problemas que ello acarrea a los habitantes de la Atalaya.

 

 

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