SANTO TOME. El Tribunal Oral Penal de esta ciudad condenó este jueves a dos años de prisión en suspenso a un comisario general retirado de la Policía de Corrientes que en el año 2016 fuera denunciado por una de sus subalternas, una suboficial con el grado de Cabo; cuando ambos prestaban servicio en la Comisaria de Villa Olivari del Departamento de Ituzaingó. La denuncia fue por abuso sexual simple y para llegar a la instancia del debate oral, debieron pasar varios años, hasta que finalmente el procesamiento del acusado, Sergio Sánchez quedó firme, no llegaron a prosperar ninguna de las propuestas que le hizo el comisario a la cabo Liliana Insaurralde, como ser ofertas de una determinada suma de dinero y realizar trabajo comunitarios.
Un total de doce testigos pasaron por las dos jornadas de debate donde prestaron declaración en relación al hecho denunciado oportunamente y que le valiera el pase a disponibilidad dispuesto por el propio gobernador Valdés a tan solo cuatro días de haber asumido como jefe de personal de la plana mayor de la Policía de Corrientes.El Tribunal Oral Penal estuvo integrado por los doctores Marcelo Ramos; Alejandra Petruchi de Oharriz y Rodrigo López Lecube. Como fiscal, actuó el doctor Facundo Cabral.
Una vez conocida la sentencia y tras haber finalizado la última audiencia este jueves por la mañana; tanto el abogado de la querella como la víctima Liliana Insaurralde, dialogaron con un medio televisivo provincial.
ETCHEGARAY
A pesar de la leve pena impuesta de 2 años, el letrado se mostró satisfecho y aseguró que no va a apelar al fallo por considerar que lo más importante es que se probó que la víctima decía la verdad, que la sentencia sirve como un llamado de atención para quienes sirven en las fuerzas de seguridad porque este tipo de delitos ocurren entre cuatro paredes y rara vez salen a la luz. “La pena es una depuración a una persona que no tenía la altura necesaria para pertenecer a una institución de prestigio como la Policía de Corrientes”, enfatizó el letrado.
En ese mismo sentido, Etchegaray señaló que “tenemos una sensación de justicia después de tanto tiempo que Liliana Insaurralde lleva padeciendo este caso, no nos olvidemos que le denunció a su jefe un efectivo de la Policía de Corrientes por cosas que pasaban en su ambiente de trabajo, ejerciendo la función de policía, pero se supo la verdad, hizo justicia y su superior recibió la condena correspondiente. Estamos muy contentos, sobre todo, por el hecho de que se sepa la verdad, porque en estos casos es importante que se le crea a la víctima, porque este tipo de delitos ocurren entre cuatro paredes y rara vez salen a la luz, pero Liliana tuvo la valentía de denunciar y logró que se haga justicia con la condena al ex Comisario Sergio Sánchez”, subrayó.
“ME TENIAN COMO LA LOQUITA, LA QUE NO QUERIA TRABAJAR”
Por su parte, la Cabo de Policía Liliana Insaurralde sostuvo en evidente estado de nerviosismo que “a pesar de todo, me voy contenta, lamentablemente esta resolución se hizo esperar mucho tiempo, y eso sirvió para que todos me señalaran como “la loquita que mentía porque no quería trabajar”, realmente fueron años de mucho llanto, de sufrimiento, de mucho dolor, pero hoy me voy de este Tribunal con la cabeza en alto para volver a la fuerza después de mi licencia por maternidad, pero ahora esta probado que yo nunca mentí”, enfatizó.
Aliviada por haber podido probar lo que denunciaba, Insaurralde se mostró ansiosa por volver al servicio y sobre eso dijo: “Me voy aliviada, porque muchos camaradas realmente no me creían, me trataron de loca, de inventar cosas para no trabajar, muchos me dieron la espalda”
“Nosotras, como mujeres que pertenecemos a la Policía siempre aconsejamos a las mujeres a denunciar este tipo de delitos porque lamentablemente muchas la sufren, pero cuando las víctimas somos nosotras, las mujeres Policía incluso entre mujeres de la institución no nos apoyamos, solo tratamos de protegernos y le damos la espalda a quien denuncia, eso lo sufrí en carne propia, porque no solamente compañeros Policías me dieron la espalda, sino y principalmente colegas mujeres; eso realmente me dolió mucho, pero con el tiempo entendí que lamentablemente trabajamos en una fuerza, y que muchas veces eso provoca miedo, pero no debería ser así, ojalá de ahora en más, cuando pase estas cosas seamos más empáticas con nuestras compañeras”.
“Yo doy gracias a Dios por haber podido probar que lo que denunciaba era cierto, agradezco a mi familia que nunca me abandonó en esta lucha”, resaltó.
Consultada si es común este tipo de situación dentro de las fuerza, Insaurralde manifestó: “Suele suceder, pero muchas tienen miedo de denunciar, y yo las entiendo, porque la verdad que yo también tenía muchísimo miedo, y por lo que se sufre luego. A mí me dio fuerzas para denunciar el abuso y seguir adelante mis hijos, yo tengo tres hijos varones, y quiero que esto le sirva de ejemplo”.
“Solamente Dios sabe de dónde saque fuerzas todos estos años para seguir adelante. Yo últimamente lo único que quería era que se sepa la verdad. Después de la denuncia solo contaba con mi familia y muy escasos amigos que me quedaron; pero por sobre todo, mi esposo, mi padre, mis hijos Benjamín, Josué y David”, remarcó.
En cuanto a si alguna vez pensó que su superior podía hacerle lo que finalmente se probó que le hizo, relató: “él siempre insinuó, pero yo nunca pensé que se iba a animar a tocarme, nunca pensé que iba a hacer eso. Tal vez porque yo siempre fui una persona muy callada, o por mi forma de pararle a un hombre, en este caso a quien era mi jefe, siempre era, “no, yo amo a mi esposo, yo amo a mi familia, si nunca hice de soltera esas cosas menos lo voy a hacer casada”, realmente yo pensaba que esa era la forma de parar un acoso”, explicó.
Para finalizar, agregó: “Voy a poder volver a la actividad con la cabeza en alto, luego de tener que andar todos estos años con la cabeza gacha esperando poder probar la verdad”, indicó.