Camilo Gómez Montero: «Entregar tierras a extranjeros es muy grave»

CORRIENTES. El cineasta de la productora Payé Cine presentará el viernes su último documental «Lago Escondido: soberanía en juego». Se grabó en varios escenarios en formato de reality y en la cabecera donde está la mansión del británico Joe Lewis.

Cada vez que enciende una cámara sale una producción asombrosa, muchas de ellas son valiosos testimonios con una mirada crítica del director correntino Camilo Gómez Montero que salió a la luz con su último documental «Lago Escondido: soberanía en juego». El filme será proyectado en el Espacio de Memoria RI9 este viernes 10, a las 20, con la presencia de su director.

La película fue estrenada hace pocos meses y ya lleva 45 proyecciones en todo el país. El director correntino y referente de la productora Payé Cine en una entrevista con época explicó que «la idea surgió porque me impresionó la noticia».

A esto agregó: «Queríamos poner énfasis en las marchas a Lago Escondido. En 2022 escuché por radio sobre la marchas que realizaban militantes, activistas, patriotas argentinos que se dirigían a Lago Escondido, a este feudo británico que tiene allí constituida la sexta fortuna de Inglaterra, Joe Lewis, de 12.000 hectáreas».

El documental busca aportar como testimonio lo que ocurre en la Patagonia donde una patota imposibilita a cualquier argentino a llegar hasta Lago Escondido. «Se les cruzó una patota armada, a caballos, con unos pañuelos que no permitían ver sus rostros, y en el grupo de argentinos que no pudo seguir avanzando estaba Jorge Rachid, un médico sanitarista, amigo, al que conocí a través de la película ‘Buscando al comandante Andresito’».

El director sintió la misma indignación que sintieron todos los que escucharon la noticia y no dudó en tomar la posta y realizar un documental que por un lado mostrara esta realidad, pero a la par reflexionar sobre «la gravedad de entregar tierras a extranjeros», dijo.

«Los lagos en Argentina, los ríos, las lagunas, son públicos, lo establece el Código Civil de la Nación Argentina. Y, por lo tanto, todos deberíamos tener acceso hasta ellos», agregó el productor de Isidro Velázquez, la leyenda del último sapukái.

Rodaje en el lugar

 

La producción del documental Lago Escondido llevó casi un año de producción antes del rodaje en la Patagonia. «Lo que nos encontramos en el sur, en el lago escondido, fue muchísimo más grosero, muchísimo más violento, muchísimo más duro de lo que imaginábamos que íbamos a encontrar», explicó Gómez Montero. A esto añadió: «Podemos decir que tenemos una película que nos deja más que satisfechos porque es un testimonio directo de los hechos. Una prueba contundente de la gravedad que significa seguir entregando tierras a extranjeros».

A esto agregó: «La película, en ese sentido, está grabada con mucha crudeza. La hemos grabado no como un clásico documental de entrevista que también lo hemos hecho en otra oportunidad, pero no era este el formato que nos parecía oportuno, sino que lo hemos grabado con un formato de reality», comentó.

Para poner en contexto, el director explicó: «La cámara no interviene en lo que está pasando, pero acompaña las escenas de acción tanto por la montaña como también por el Camino Tacuifí, un acceso clave que bloquea este británico para no dejar acceder a los argentinos», concluyó.

Por último, invitó a toda la sociedad correntina a asistir a la proyección este viernes, a partir de las 20, para reflexionar sobre la soberanía nacional como el documental lo viene haciendo a lo largo del país.

Breve sinopsis del documental

Un grupo de militantes argentinos llegados desde distintos rincones de su país, se interna en las rutas y montañas de la Patagonia marchando contra la usurpación que realiza Joe Lewis, un multimillonario británico -la sexta fortuna de Inglaterra- que se apropió de 12.000 hectáreas y de un lago de manera fraudulenta: el Lago Escondido. Los militantes, por caminos ancestrales, lagos y montañas, deben enfrentar no solamente a las fuerzas de la naturaleza, sino además a grupos de matones paraestatales financiados por el magnate británico, en clara inferioridad de condiciones, pero insuflados de un profundo espíritu anticolonial y soberano.

«Una experiencia inolvidable»

Para el cineasta correntino el rodaje del documental, que tiene una duración de 77 minutos, fue de gran crudeza, pero una experiencia inolvidable.

«Compartimos el rodaje con un grupo de 60 compañeros que integran la columna Juana Azurduy, que transitó por ocho días la montaña, cruzando el agua hasta llegar a la mansión del británico. La idea no era ingresar a su propiedad, solo hacerse escuchar».

«Fue un rodaje muy complejo, de enfrentarse a un verdadero ejército paraestatal que tiene este británico que está dispuesto a molerte a patadas si se te ocurre llegar al Lago Escondido. En esa tensión, en ese enfrentamiento, ocurre toda la película, e insisto: no es un documental donde se remita a algún hecho del pasado. Las acciones van aconteciendo en tiempo presente, de una manera directa, y en ese sentido creemos que hemos logrado un documental que, por sobre todas las cosas, es un verdaderamente un testimonio», dijo.

FUENTE: DIARIO EPOCA

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