SANTO TOME. Algo sorpresivo y no tanto se produjo el pasado día sábado cuando se disputaba la segunda fecha del torneo de primera división de la Liga Santotomeña de Fútbol. Ya en horas de la noche, se estaba jugando el tercer y último encuentro de la jornada entre Federal y Sarmiento. Cuando transcurría la segunda etapa, desde la hinchada del Club Sarmiento comenzaron a escuchar cánticos racistas contra un jugador de nacionalidad colombiana que defiende los colores de Federal. Pasaban los minutos y los cánticos continuaban y el jugador se mostró muy molesto e hizo saber al juez de línea que se retiraría del campo de juego. Este llamó al árbitro del cotejo quien llamó al capitán de Sarmiento para que interceda ante los hinchas de Sarmiento para que desistan de seguir insultando al jugador colombiano.
Todo indica que los pedidos cayeron en saco roto y en menor medida los canticos prosiguieron. A raíz de ello, el árbitro del encuentro confeccionó un informe y envió al Tribunal de Disciplina para que tome cartas en el asunto y si correspondiere, aplique las sanciones correspondientes, ya sea a Sarmiento como institución o bien no permita más el ingreso al estadio a las personas que incurrieron en una actitud repudiable desde todo punto de vista.
El miércoles por la noche se llevó a cabo la reunión semanal del Consejo Directivo de la Liga Santotomeña donde abordó el tema en cuestión y hubo posturas encontradas. Hay clubes que propusieron hacer la “vista gorda” ante lo planteado, en cambio otros pidieron que se apliquen sanciones para cortar de raíz estas conductas que en nada contribuyen a una sana convivencia en el ambiente del fútbol de la Liga.
No obstante ello y pese a la opinión de los clubes, el que decide qué decisión se adoptará al respecto, es el Tribunal de Penas que a decir de algunos, debe actuar con todo el rigor y castigar duramente a quienes incurrieron en una conducta reprochable desde todo punto de vista. Finalmente, hay coincidencias unánimes que estas conductas deben ser “cortadas de raíz” para evitar males mayores y que la violencia no llegue a la Liga Santotomeña de Fútbol. La mira también está puesta en la dirigencia sarmientista que debiera controlar en parte la conducta de su parcialidad. Por ahora el tema está en manos del tribunal de penas.
