¿Quién o quienes autorizan que se rompan las calles pavimentadas en Santo Tomé?

SANTO TOME. El pasado día jueves por la mañana, gran parte de los barrios del sur donde se estima que viven casi la mitad de la población, se quedaron sin el servicio de internet como consecuencia de la rotura de unos equipos que están bajo tierra en la intersección de calle Centeno y Escalada. La rotura fue producida por un grupo de personas que realizaban una conexión domiciliaria de agua potable, pero no se sabría a ciencia cierta sin son trabajadores particulares o bien son empleados de la empresa prestataria del servicio de agua potable y cloacas que prestan el servicio en la ciudad.

De fuentes calificadas, se pudo establecer que un grupo de personas comenzó a romper el pavimento en las calles antes mencionadas con un martillo neumático para realizar una conexión de agua potable a unas viviendas del lugar y que, al llegar a una determinada profundidad, se encontraron con unos equipos de la empresa Telecom que permiten proveer de conectividad de internet a los barrios del INVICO y zonas aledañas.

Los daños producidos por el martillo neumático cuando rompían el pavimento, fueron de relevancia y produjo de manera inmediata el corte en el servicio de internet que inclusive se prolongó durante todo el fin de semana. Se esperaba que entre lunes o martes o tal vez en más días se pueda se pueda solucionar el grave problema suscitado por un grupo de irresponsables que dejaron a miles de personas sin conectividad, según señalaron fuentes a las que accedió este portal.

INTERROGANTE CLAVE

Ahora bien, el gran interrogante que se plantea es quien o quienes son los que realizaron la rotura del pavimento, si fueron personas particulares o bien operarios de la empresa Aguas de Corrientes, o bien esta última autorizó que se realice la conexión de agua que al fin y al cabo terminó generando un problema aún mayor.

En este contexto, este tipo de prácticas, es decir romper el pavimento sin tomar los recaudos necesarios y con personal experimentado, se ha vuelto algo habitual en Santo Tomé y nadie toma cartas en el asunto. Se producen daños importantes y las normativas que rigen estos tipos de trabajos no se cumplen. A saber, existe una ordenanza que estipula que está prohibido romper cualquier calle pavimentada, pero esa normativa luego se flexibilizó cuando aparecieron los llamados “superpoderes” que le faculta al Departamento Ejecutivo Municipal a “autorizar” ad referéndum del Concejo Deliberante que se realicen los trabajos solicitados.

Sin ir más lejos, otro claro ejemplo son los trabajos de extensión de red cloacal que por calle Pellegrini y también al final de Avenida de las Américas, viene realizando desde hace años a esta parte una empresa que ganó la licitación durante el denominado “Plan Belgrano” y que, hasta la actualidad, se puede observar las calles todas rotas y no se avizora cuando terminarían las obras encaradas.

 

 

 

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