Detuvieron en Corrientes a un comisario acusado de cometer un robo

CORRIENTES. El funcionario de apellido Vargas, hijo de un hombre que se retiró de la Policía ostentando la jerarquía de comisario general, no opuso resistencia ante el procedimiento de la Dirección de Investigación de Delitos Complejos de la propia institución, según consigna el diario EPOCA en su edición de este martes.

La pesquisa mantenida bajo estricta reserva durante dos semanas eclosionó a partir de pruebas suficientes para ordenar la captura de Vargas. El hombre estaría reconocido de parte de al menos dos testigos vinculados a la causa.

El caso podría derivar en un hecho sin precedentes si los detectives logran constatar que hubo más policías partícipes en el asalto.

En los operativos llevados adelante bien temprano en el área de Infantería, ubicada en el Departamento de Unidades Especiales de la Policía de Corrientes, en avenida Ayacucho al 3500, habrían incautado elementos tales como el libro de guardia, vestimentas y un arma de fuego larga.

A la par, ante las pruebas conocidas, la institución decidió apartar y pasar a estado de disponibilidad al efectivo acusado como delincuente.

En una vivienda del barrio 17 de Agosto, en tanto, secuestraron más «objetos» a considerar en la causa. Sumado a esto incautaron la camioneta del comisario Vargas.

Tal vehículo de vidrios polarizados sería el empleado aquel día, a la madrugada, para llegar al predio de horticultores de nacionalidad boliviana en el paraje Paso Pesoa, próximo al barrio Cañada Quiroz y a unos 3 kilómetros de la Ruta Nacional 12.

En su edición del sábado época reflejó el caso delictivo en el cual se mencionaban detalles «sugestivos» de la forma de cometer el asalto tipo comando, en perjuicio de un matrimonio extranjero de productores hortícolas.

Los hechos

El grupo criminal circulaba en una camioneta con la cual llegó cerca de las 3:30 de la madrugada al predio donde tomaron de sorpresa a un hombre y a una mujer de nacionalidad boliviana.

Al grito de «quietos en el piso y sin mirar» redujeron a ambas personas, mientras comenzaron a revisar la vivienda y recorrer el predio en procura de encontrar «lo que vinimos a buscar». En ese menester abrieron un automóvil en el cual «buscaron algo con mucha insistencia», agregó una fuente de identidad reservada.

La situación fue advertida a lo lejos por un empleado de los productores que dormía en una casilla, quien vio luces de una pick up no identificada como patrullero y el movimiento de varios hombres portando armas.

Esa persona alcanzó a realizar un llamado a la Policía para alertar sobre lo que sucedía. De esa forma hacia el sitio indicado acudió un móvil con efectivos de la comisaría Vigesimoprimera.

Vecino armado

El primer testigo también avisó a otro vecino, un efectivo de la Prefectura Naval Argentina que fue al lugar en su auto y arma en mano. Ese efectivo frenó su vehículo en el acceso a la quinta de las víctimas.

El prefecturiano mantuvo un intercambio de palabras, a cierta distancia, con uno de los asaltantes en ese momento en el que todo era confusión. Se presume que fue Vargas quien le respondió estar en un «operativo». Allí emplearon «lenguaje policial» y con linternas dejaron ver sus vestimentas, no sus rostros, porque estaban con gorros tipo capuchas. Pese a las dudas el prefecturiano se alejó.

Todo constaría en la pesquisa dirigida por la Unidad Fiscal de Investigaciones Concretas a cargo de Lucrecia Troia.

Cruce con patrulla
Ya en fuga la camioneta de los asaltantes «se topó» con el móvil de la comisaría Vigésima en un camino angosto y allí se produjo la situación que llevaría a la caída de Vargas. Debieron frenar ante la falta de paso.

Sería el comisario quien bajó del vehículo a «chapear» con ser un efectivo de alto rango que andaba de casualidad en la zona. Adentro de la pick up estaban tres personas a las cuales los efectivos de la patrulla (una oficial y un suboficial) no pudieron ver sus caras, sino apenas la figura.

Cada uno siguió su rumbo. Pero al llegar los policías de la comisaría, al lugar del «hecho a verificar», descubrieron un suceso de extrema gravedad, cometido por hombres en una camioneta similar a la cual cruzaron rato antes.

Sumadas al proceso investigativo hay una serie de filmaciones que tienen a la camioneta de los presuntos asaltantes en la mira. El vehículo fue captado en distintos lugares de la ciudad e incluso en la zona donde está ubicada la base de Infantería. Tales movimientos serían de antes y después del asalto sucedido en Paso Pesoa.

La pesquisa apunta a determinar si esas acciones responderían a la «búsqueda de las armas» y a la devolución de ellas una vez culminado el hecho delictivo.

Aquel sábado 17 de junio, el comisario ingresó formalmente de guardia a la mañana como si nada malo sucedió.

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