Incipiente escándalo en la Asociación de Veteranos de Fútbol de Santo Tomé
SANTO TOME. “Si estas expulsado, y pagas diez mil pesos de multa, igual podes jugar”. Ese pareciera ser el lema que se maneja por estos días en el seno de la Asociación de Veteranos de Fútbol de esta ciudad, cuyos partidos de semifinales se jugaron el sábado último en canchas de Gendarmería Nacional. Allí en cuanto a resultados, a primera hora se enfrentaron Barcelona e Independiente. Fue empate sin abrir el marcador durante los setenta minutos reglamentarios, pero desde los tiros desde el punto del penal, el elenco “Rojo” se quedó con el triunfo y jugará la final el sábado venidero ante Piñeral que, en el segundo cotejo de la tarde, también logró un triunfo desde los doce pasos ante el aguerrido equipo de Centenario. Antes habían empatado 1 a 1. Pero la nota de la tarde la dio Juan Viera, presidente de la Asociación de Veteranos quien se consideró facultado, junto a otros dos colaboradores, para dirigir los dos encuentros ante un conflicto suscitado con los árbitros que vienen impartiendo justicia desde hace un tiempo a esta parte.
Independiente ganó y también Piñeral, quienes jugarán la final del Torneo Clausura. Pero al margen de los resultados que se dieron, la nota “color” se dio a partir de la decisión adoptada por Juan Viera quien, contra todos los reglamentos, cumplió el rol de ”juez y parte” al vestirse de negro y ser el quien controle las acciones entre Independiente y Barcelona. Algo irregular por donde se lo mire, pero que tenía algo de apoyo de algunos presidentes de los clubes.
¿Cómo se llega a esta situación? Todo comenzó cuando el grupo de árbitros que vienen impartiendo justicia en los partidos desde hace bastante tiempo a esta parte, se plantaron y exigieron que se cumpla el reglamento y las sanciones que aplica el Tribunal de Penas cuando se expulsa a un jugador. Las fechas de sanciones que se aplican deben cumplirse si o si. En cambio, días antes del fin de semana último, los “hombres de negro” se plantaron cuando tomaron conocimiento que algunos presidentes de clubes en convivencia con Juan Viera se creyeron con las facultades suficientes para conmutar las penas a aquellos jugadores que estaban suspendidos, previo pago de la suma de diez mil pesos por jugador. Por citar un ejemplo, si en los partidos de semifinales que se jugaron el sábado último, algún jugador era expulsado y su equipo pasaba a la final que se juega el sábado próximo, podría jugar igual pese a estar expulsado, siempre y cuando pagase los diez mil pesos de “multa”, acaso en una maniobra claramente recaudatoria y que viola todos los reglamentos.
Esto en cierta manera irritó a los árbitros que veían como su accionar dentro de la cancha estaba siendo “pisoteado” en medio de acuerdos claramente antirreglamentarios y antes nunca vistos. Ello determinó que Juan Viera, siendo presidente de la Asociación, también fuera árbitro en el encuentro entre Independiente y Barcelona. Algunos presidentes vieron con buenos ojos el acuerdo al que se alcanzó con Viera el viernes a última hora de la noche cuando los árbitros se “plantaron” ante la eliminación de las penas impuestas a los jugadores y que estos podían jugar si antes pagaban diez mil pesos de multa. Viera justificó lo actuado señalando que, ante el conflicto, él solamente se “ofreció para colaborar”.
Un dato significativo y que exhibe a las claras hasta donde llega la crisis institucional y la dejadez en los veteranos, es que los jueces de línea no tenían los banderines reglamentarios que se utiliza normalmente. Pero si utilizaron una vara del árbol conocido como “maricá” con un plástico rojo atado con un alambre en la punta.
Indudablemente que, con este tipo de acciones, el fútbol de veteranos va “para atrás” y en el peor de los casos sienta precedente que termina de desacreditar aún más a la Asociación de Veteranos de Fútbol, la cual sufrió un par de meses atrás la renuncia de su vicepresidente y de su tesorero por fuertes discrepancias con Juan Viera. “Si pagas, podes jugar”, esa es la consigna de ahora. Aún así, resta que los presidentes de los clubes recapaciten y admitan los errores cometidos. Las sanciones aplicadas están para ser cumplidas, solo lo pueden indultar, una asamblea de presidentes siempre y cuando hayan cumplido la mitad de las penas y que la misma no haya sido aplicada por alguna agresión de un jugador a algún arbitro.