Tras 12 años, hubo asamblea a la vista de todos en el Club Barcelona y Mila Mieres fue electa como la nueva presidente

SANTO TOME. Una verdadera fiesta democrática en el ámbito de un club deportivo  en esta ciudad se vivió en horas de la tarde-noche de este jueves cuando se habilitó el proceso eleccionario y por consiguiente la votación correspondiente en las instalaciones del Club Barcelona para elegir a la nueva comisión directiva de la entidad de los barrios del sur. Tras la votación que dio inicio a las 18 hs y culminó cerca de las 22 hs, arrojó un resultado favorable a la Lista 1 que postulaba a Mila Mieres como presidente, la que obtuvo 106 votos a su favor y superó a la Lista 2 que postulaba a Andrés Meza con 36 sufragios. Hubo tres votos nulos.

Tras tres meses de intervención al Club Barcelona que oportunamente fuera dispuesta a la Inspección de Personas Jurídicas de la Provincia y que desalojó de la conducción a Natalia Romero y Javier Lavalle; este jueves se cumplió lo dispuesto por el organismo provincial que los socios en condiciones de sufragar, decidan mediante su voto cuál de las dos listas se haga cargo de conducir los destinos del Barcelona dando así inicio a una nueva etapa en la institución y que deja atrás a trece años de un manejo dictatorial y donde las asambleas no eran públicas. Se hacían a las escondidas.

Esta vez, el voto y la urna a la vista de todos fue el gran protagonista de un día que va a quedar en la historia de la entidad deportiva. Las dos listas decidieron presentar candidatos cada uno por su lado y la Lista 1 encabezada por Mila Mieres, alcanzó a sumar 106 votos y consagrándose de esa manera como la nueva presidente del Club Barcelona. De un padrón de casi 500 socios, 350 estaban en condiciones de votar.

De esta manera, culmina el proceso de saneamiento institucional que fuera ordenado tres meses atrás por la Dirección de Personas Jurídicas de la Provincia tras haber detectado una serie de anomalías en la anterior conducción del club. En ese contexto, desde Corrientes “se bajó el martillo” y se puso “blanco sobre negro” una situación que no daba para más.