Contrabando de soja a Brasil: negaron prisión domiciliaria a oficial de policía de Garaví
CORRIENTES. Se trata del efectivo Alexis Sandoval que de acuerdo a la investigación mantenía un contacto estrecho con Erasmo Chukel, ex intendente de Garaví, también detenido. La Cámara Federal de Corrientes rechazó el pedido de prisión domiciliaria para el policía de la provincia de Corrientes que prestaba servicios en la localidad de Garaví que se encuentra detenido acusado de ser parte de una organización dedicada al contrabando de granos a Brasil. Por la misma causa permanece preso el ex intendente Erasmo Chukel, además de comerciantes y empresarios.
Fuentes judiciales informaron a que el funcionario policial es Alexis Sandoval que realizó el pedido para poder cuidar a sus hijas menores de edad, en el tiempo que su esposa debe ausentarse del hogar para ir a trabajar.
Los jueces de Cámara entendieron que de ser beneficiado con la prisión domiciliaria podría entorpecer el accionar de la justicia debido a que todavía hay personas prófugas.
De acuerdo con la investigación, camiones cargados con soja y maíz transitaban desde las provincias productoras a la zona de frontera con cartas de porte u otra documentación adulterada, donde se declaraba como destino la provincia de Misiones. Sin embargo, la carga era embolsada y cruzada desde Garaví, Corrientes, por el río Uruguay en pequeñas embarcaciones. Las personas están acusadas de los delitos de contrabando de exportación de granos agravada, cohecho, tráfico de influencias y asociación ilícita, y no se descarta que durante el desarrollo de la instrucción se compruebe la comisión de otros delitos por parte de los imputados. A los detenidos se los considera jefes y organizadores de una asociación conformada —por un número indeterminado de personas— con la finalidad de llevar adelante el contrabando de granos hacia Brasil, mediante una serie de hechos indeterminados, en forma constante e ininterrumpida, para lo cual habrían cometido otros delitos.
La imputación
De acuerdo con la hipótesis criminal esbozada por la fiscalía, la banda se habría dedicado a la planificación y concreción de un número indeterminado de maniobras de exportación ilegal de granos —soja y maíz— a la República Federativa del Brasil. Estas acciones las habrían desarrollado a través de puertos naturales no habilitados de la provincia de Corrientes, ubicados principalmente en la localidad de Garaví y zonas aledañas, sobre la costa del río Uruguay, dificultando e impidiendo —a través de distintas conductas delictivas— el control sobre las importaciones y las exportaciones. La organización habría operado al menos desde marzo de 2021 hasta la actualidad, de manera ininterrumpida, concretando diversas maniobras de contrabando de exportación de grandes cantidades de soja y maíz por valores que exceden ampliamente la suma de 500 mil pesos. La Fiscalía considera que todos sus miembros actuaron con pleno conocimiento de la ilegalidad de las conductas desplegadas por cada uno de ellos y de su modus operandi.
Las maniobras
De acuerdo a la investigación, el ardid utilizado para concretar el contrabando de exportación consistía en simular el transporte interno de granos —es decir, de un lugar a otro de la República Argentina— a bordo de camiones, desde las zonas productoras hacia la provincia de Misiones, ocultando el verdadero destino, que era la República Federativa del Brasil. Una vez que los camiones cargados con granos llegaban a la provincia de Corrientes —paso obligatorio para llegar por vía terrestre a Misiones—, en lugar de continuar su viaje hacia el destino aparente eran derivados a predios y/o galpones ubicados en Garaví y Gobernador Virasoro.
En ese lugar la carga era embolsada y luego trasladada en vehículos de menor porte hasta los puertos no habilitados de Garaví, sobre la costa del río Uruguay, desde donde eran cruzadas ilegalmente a Brasil en embarcaciones de pequeño porte.
Si bien la logística de la actividad llevada adelante por la organización abarcaba distintas acciones y coordinaciones que tenían lugar en varios lugares, la base de operaciones habría funcionado principalmente en la localidad de Garaví, en un predio ubicado a escasos metros del puerto. Allí, la cría de ganado era la pantalla de la real actividad desplegada. Para ello, la organización habría actuado con la connivencia o colaboración de funcionarios públicos, como el ex intendente de Garaví y un efectivo de la Policía de Corrientes que prestaba servicios en esa localidad.
Fuente: EL LITORAL