SANTO TOME. Pablo Verón, el director de Defensa Civil de la Municipalidad de esta ciudad, habló acerca del pronóstico que se dio a conocer recientemente que indica altas probabilidades de incendios en la zona comprendida entre Monte Caseros hasta Ituzaingó. Señaló que la situación se da en esta zona por condiciones de muy baja humedad agravado por la gran carga de pastizales que se ha producido a raíz de las lluvias del mes de Diciembre. “Nos encontramos en un cuadro de sequía con mucho material combustible por lo que las condiciones son muy propicias para que podamos tener eventos ígneos grandes y graves”, advirtió.
En tal sentido el funcionario del área de Defensa Civil manifestó que “efectivamente, estamos frente a una alerta de índices extremos con respecto al riesgo de incendios. Esto significa que, a raíz de las altas temperaturas hasta el día 05 de Febrero, y las condiciones de muy baja humedad dado que en la última semana no se produjeron precipitaciones importantes, estamos frente a un riesgo realmente alto de que cualquier incendio que se provoque, cualquier quema de residuos se termine escapando y teniendo un volumen importante, es decir, fuego de alta intensidad” aseveró.
Advirtió además que “veníamos transitando una época de bastante lluvia al inicio del fenómeno de El Niño, lo que provocó el rápido crecimiento de las malezas y ahora nos encontramos en un cuadro de sequía con mucho material combustible por lo que las condiciones son muy propicias para que, lastimosamente, podamos tener eventos ígneos grandes y graves. Esto es importante tener en cuenta a la hora de decidir quemar, en más, no deberíamos hacer ningún tipo de quema, ni domiciliaria, ni en los campos porque el pasto ha perdido mucho su contenido de humedad y es muy inflamable”.
Consultado porque se delimitó la zona desde Monte Caseros a Ituzaingó como zona propicia para incendios, el funcionario municipal sostuvo que “es el área de la provincia donde se produjeron la cantidad mínima de milímetros de lluvia en las últimas semanas lo que ha acentuado la seca. La semana que viene se prevé algo de lluvias, pero no parecen ser importantes, serían en torno de 15 o 20 milímetros nada más de acuerdo a los pronósticos, ojalá se den lluvias de mayor intensidad”, expresó.
Luego añadió: “Los que transitan por Ruta Nac. 14 hoy pueden ver que las banquinas están muy empastadas, y eso con la temperatura de los vehículos, algún problema eléctrico, o cualquier chispa es un riesgo permanente de incendio, ni hablar de las colillas de cigarrillos y la misma chispa de los escapes”, remarcó.
IGUAL O PEOR QUE EN EL AÑO 2022
En cuanto a si la situación actual es igual o más complicada que la que llevó al evento de hace dos años atrás, sostuvo que “en cuanto a la humedad tenemos un poco más de agua que en aquella oportunidad donde estábamos bajo una seca extrema, y si bien en el mes de Diciembre con las lluvias Corrientes recuperó bastante los espejos de agua, en Enero se pudo observar a través de algunos informes del INTA como volvió a bajar esos niveles, en algunos lugares casi al 50 por ciento, pero asimismo, estamos con niveles más altos de acumulación de agua que en el 2022 aunque no estamos con las cuencas en un estado normal para nada”, aseguró.
LLUVIAS CONSTANTES
También recalcó que el período de lluvias de los meses anteriores ha provocado el crecimiento muy rápido de las malezas, lo que no permite hacer en los campos un pastoreo constante y la pastura se termina pasando transformándose en pajonales los que son muy propicios para incendios de intensidad.
EN FORESTACIONES
En relación al tema de la forestación que es lo que más preocupación causa en situaciones como éstas, indicó: “hemos visto en los últimos tiempos, sobre todo porque nosotros trabajamos también con las empresas privadas, que desde los incendios de 2022 éstas se han equipado, han capacitado a su personal, y han tomado otra perspectiva con respecto al fuego. Algunas empresas de consorcio antes salían a verificar un foco a 5 kilómetros de su campo y hoy el radio mínimo es 25 kilómetros para ayudar a combatir de forma oportuna los incendios y evitar así que se transformen en incendios de magnitudes que se tornen incontrolables con la pérdida de recursos que eso significa”.
“En realidad, más que las empresas, nos tenemos que concientizar todos, desde el sector público, la ciudadanía común que sale de paseo, que hace sus campamentos, porque el fuego mal usado hoy es un gran enemigo cuyos efectos ya conocimos. En Corrientes se perdieron un millón de hectáreas a raíz del fuego, y eso no hay que olvidar”, puntualizó.